La nube, película francesa del director Just Philippot.
Como siempre dentro del estilo francés, las relaciones entre los personajes son muy importante y van evolucionando según van interaccionando unos con otros.
La historia cuenta como una madre soltera, para salvar su granja de cría de langostas-saltamontes comestibles, desarrolla una extraña forma de alimentarles.
Su obsesión la lleva a enfrentarse con los campesinos de la región, incluso con sus propios hijos, que terminan por no reconocerla.
En la película, se muestra como la madre inicialmente quiere el bienestar de sus hijos, alimentales y cuidarles. Para ello incluso ha pensado en dejar su negocio (los saltamontes no se reproducen y mueren pronto) y trasladarse donde quiera su hija. Pero antes, descubre que los saltamontes crecen y se reproducen increíblemente alimentándoles con sangre, incluso la suya propia.
Es una paradoja bastante interesante ya que alimenta con su sangre eso que la da dinero para poder alimentar a sus hijos, pero al mismo tiempo la esta consumiendo, literalmente. Es una paradoja que el trabajo nos consume y olvidamos a veces las cosas importantes como estar con los hijos, o llevarlos a la playa. Pensamos que simplemente con regalos como una moto, o ser transigente como dejarles jugar un campeonato de fútbol, les va a dar la felicidad. Eso nos muestra la película.
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