El último baño, 2/5. Festival Goteborg 2021
Cinta del portugués David Bonneville, que participa en la competición Ingmar Bergman.
Josefina (Anabela Moreira) es una monja de 40 años que está a punto de hacer sus votos perpetuos. Recibe una llamada en la que le comunican que su padre ha muerto. Cuando va al pueblo de su infancia para asistir al funeral de su padre conoce a su sobrino que ha sido abandonado por su madre. La vida de Josefina cambia radicalmente, teniendo que adaptar sus creencias y expectativas de vida, al nuevo presente que tiene. Por ejemplo, pudo verificar las pocas artes que tenía para conocer hombres, visto los años en el convento.
La cinta plantea de forma muy lenta e indirectamente, si merece la pena o no, el tomar responsabilidades que no son necesariamente de uno, como hacerse cargo del sobrino.
¿ Puede esto hacer que Josefina se vuelva loca, creando un mal mayor pudiéndose suicidar por haber abandonado lo que perseguía, que era ser monja ?. Una duda que dependiendo del país en el que se esté, tiene distintas lecturas, probablemente en Portugal y otros países, no haya duda sobre lo que hará Josefina. Mientras que para un espectador más al norte de Portugal, esperaría una reacción completamente opuesta, con lo que la cinta nos muestra que el matiz entre lo percibido como bueno y malo es muy subjetivo.
La idea de "El último baño" se le ocurrió al director hace unos años cuando veía las noticias en la televisión. Había una noticia sobre el nacimiento casi milagroso de un niño en una zona poco poblada del interior de Portugal, cuya población estaba envejeciendo. Como punto de partida para su cinta toma esta atracción por lo singular y excepcional (la juventud) en un lugar desolado a la religión, que todavía está muy arraigada y es importante en las poblaciones de las aldeas del interior interior.
En palabras del director: "El último baño es una película sobre el autodescubrimiento y el enfrentamiento con nuestra verdadera individualidad a pesar de nuestras obligaciones autoimpuestas, creencias o presiones de la sociedad. Algunos de los papeles que desempeñamos y creemos, pueden ser inequívocamente erróneos. En cualquier momento de la vida en que nos encontremos, estas y la consiguiente aceptación acabarán por transformarnos y liberarnos." Fuente aquí.
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