Crítica de Hungarian Wedding. PÖFF 2025

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Desde el Festival de Cine de las Noches Negras de Tallin, el PÖFF (7-23 nov.) nos llega Hungarian Wedding , el debut en largometraje narrativo de Csaba Káel —el todopoderoso comisario del cine húngaro, más acostumbrado a óperas y musicales que a comedias rockeras—, llega como un artefacto ambicioso pero fallido: una road movie transilvana disfrazada de oda al folklore húngaro, que pretende mezclar The Hangover con danzas kalotaszeg y termina ahogada en sus propios clichés. Ambientada en los años 80, sigue a András (Tamás Kovács) y Péter, dos wannabe rockeros budapestíes que viajan a Transilvania para una boda familiar, con la excusa de ganar dinero, y acaban en una espiral de aventuras predecibles: romances fugaces, choques culturales y un puñado de bailes que intentan ser vibrantes pero suenan forzados. Es una película que se ve fácil, sí, como un panfleto turístico del Instituto Nacional de Cine húngaro, pero que deja un regusto a mediocridad institucional: bien producida, con fon...

¿Es posible estar en 4 festivales de cine a la vez?


Me he sorprendido haciendome esta pregunta, y lo que está claro es que el mundo del cine está cambiando a causa del bicho y es posible que ese cambio quede para siempre. 

La mayoría de estas novedades son negativas, ya que no se pueden continuar con ciertas producciones, los presupuestos han desaparecido, las producciones que continúan lo hacen con unas condiciones complicadas para evitar que los actores y el equipo se contagien, y los festivales de cine han tenido que anularse, como esta misma semana hizo el festival de Cine político de Carcassonne . 




En el mejor de los casos, otros festivales han tenido que posponerse, como el caso de Berlín , los cuales se pensaban que tendrían el festival de febrero sin ningún problema y tras ver la realidad lo han tenido que posponer. Incluso aunque los festivales se mantengan, la cantidad de gente en los cines se verá reducida sensiblemente, lo que provoca que muchos no puedan encontrar entradas. También el número de acreditados se reduce por la menor demanda al no poder viajar, o por decisión del festival, esto provoca que sean menos difundidos en los distintos medios. 




Hasta aquí los datos negativos. Los positivos, y si que hay muchos, es por la parte de la accesibilidad. Ciertos festivales, al ser online, se han convertido en realmente internacionales, como ya pudimos ver con el festival de Gijón o el de cortos de Aguilar de Campoo


 

La respuesta a la pregunta del post es sí, se puede estar en 4 festivales a la vez y la fecha más cercana es el próximo 30 de enero 2021, cualquiera puede hacer la prueba, coinciden estos 4: Clermont Ferrand, Göteborg, Gérardmer y Cine polaco.

Y es que a nivel internacional la oferta es increíble, jamás un espectador de una ciudad pudo ver tantos festivales sin moverse de casa y por módicos precios. Desde los gratuitos como el festival de cine internacional de Jaipur, al festival de cine polaco de Australia pasando por el ya conocido que muestra de lo mejor del cine en francés en 10 idiomas distintos, para que no haya excusas MyFrenchFilmFestival




Podemos ver festivales como el de Rotterdam por 30-50 € ciertos pases,  Göteborg por 20€, al festival de Robert Redford de Sundance que va desde 700€ a los 1800€. Otro de los festivales que vamos a poder disfrutar online, sin tener que viajar a la Francia profunda, es el festival más importante de cortometrajes del mundo, en Clermont-Ferrand (el Teruel francés), que por 12 € podremos ver todos los pases del festival, todo en francés o subtitulado en este idioma. 




                     


Otro punto positivo, es el poder apreciar la diferente forma de tratar el arte (el cine) en diferentes países, diríamos continentes. Desde al artesano que sabe que tiene algo bueno en las manos y quiere, ante todo, compartirlo, aunque no gane mucho dinero con ello. Al modelo business, que sabe que tiene un producto (películas) y tiene que hacer lo posible por ponerlo apetecible, creando mil fórmulas para que se adapten a todos los posibles clientes, pero ante todo, que paguen un precio razonable (22 euros por una película en Sundance). Y es que, estamos todos de acuerdo, que la cultura necesita dinero, subvenciones (a ser posible con retorno), y aquí los modelos europeos y estadounidenses difieren, y es una maravilla compararlos viendo que ambos tienen razón de ser. Aunque si me dejan elegir, me quedo con el europeo sin pensarlo. 

Tenemos el ejemplo de festivales como el de Miami, o Southwest film festival donde la oferta de pases, descuentos, oferta por pronto pago, estudiantes, cupones, etc...es sorprendentemente larga. 




En definitiva, vivimos en una era de globalización real, que nos permite estar en varios festivales a la vez de Asia, América, Oceanía, África o Europa. Lo nunca imaginado, sin salir de nuestra ciudad. Aun así, como siempre hemos dicho, los festivales presenciales son vitales, son algo imprescindible para que la industria encuentre a los creadores para organizar proyectos, comprar cintas, intercambiar ideas, ir a ruedas de prensa, hablar con los protagonistas y sentir la energía inigualable de un festival de cine. 






Comentarios

  1. Los festivales de cine son vitales para la industria cinematográfica, promoviendo la diversidad y el talento de actores y cineastas. Es crucial que también reconozcan la labor de los actores de doblaje, quienes dan vida a los personajes y contribuyen significativamente al éxito de las películas.

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