Érase una vez en Venezuela, 4,2/5

Hispanoamérica nos está acostumbrando a muy buenos documentales, tras la increíble y grata sorpresa chilena de "El agente topo", nos encontramos con esta verdadera joya venezolana de la directora Anabel Rodriguez Rios. Seguro que hay aún muchos documentales que quedan por descubrir de una belleza extrema, como es el caso de "Érase una vez en Venezuela", y esperemos tener la suerte de toparnos con ellos en algún festival. Por su parte, "Érase una vez en Venezuela" está nominada en Sundance 2021, Malaga 2021, Miami 2021, así como candidata a los Oscar, aunque no pasó la reciente short list. 

Cuando escuchamos Venezuela en el título de una película, lo primero que pensamos es en la situación política y social del país. Si bien la cinta podría tratar sobre la vida de un hombre gay, como fue con la ganadora del león de Oro en Venecia 2015, en Biarritz y en San Sebastián: "Desde allá", en Érase una vez en Venezuela, no hay dudas, y se trata la política de forma directa.

Anabel se centra en 3 familias que viven en casas flotantes del pueblo Congo Mirador cerca del lago Maracaibo, donde se encuentra la reserva de petróleo más grande de Venezuela. El problema que tienen es la corrupción que no evita el aumento de sedimentos, provocando que la gente abandone el pueblo. Sin que la directora se posicione, nos narra la vida de las familias, una chavista, la otra opositora y un hombre enamorado de la poesía y sus pájaros. En un periodo de 5 años, la directora nos muestra la transformación del pueblo, de los vecinos y de las relaciones entre ellos, todo, relacionado a los acontecimientos políticos del país, centrándose en las elecciones del 2015. El documental, que antes de empezar a verlo, pensaba que sería aburrido, me llegó desde el primer minuto. Me cautivó, quizás por ser parte del mundo iberoamericano, donde los españoles estamos unidos emocionalmente a los que pasa al otro lado del charco, no hay más que mirar las noticias en las televisiones, periódicos o radios españolas, y raro es el día que no hay noticias de Argentina, Colombia, Venezuela, México, Ecuador...No solo es la parte emocional, el documental tiene una belleza de imagen insólita, y aunque es lo típico, en este documental se cumple realmente que las imágenes nos dejan con los ojos a cuadros: un buque en el medio de la selva, un hombre viviendo con sus pájaros en una casa flotante, casas transportadas en barquitas, un pueblo en medio de un lago, son solo unos ejemplos de lo que se puede ver. 

A parte, las historias que se cuentan son espeluznantes, cuando vemos que las niñas con 13 años se casan y dan a luz a los 14, nos hacemos la pregunta de si es algo habitual o son casos esporádicos, y como el gobierno no intenta arreglar estos desajustes. De hecho, el gobierno y los políticos, son la principal diana en este documental. Se muestra los riesgos y los peligros de polarizar la política, olvidando lo importante que es encontrar soluciones para la gente. Se muestra como hay corrupción a nivel político, como los responsables políticos de la zona se quitan la culpa, causando escasez de medicamentos, comida, material escolar, sanidad...Podemos aprender los peligrosos de la polarización del pueblo por culpa de los políticos, y como estos crean un problema dividiendo a la gente para salir diciendo que ellos lo van a arreglar y que son los únicos que lo pueden hacer, en este caso el uso de etiquetas es extremo, en donde estan los Chavistas y los otros. Y como en el cortometraje de "YO" las etiquetas solo sirven para crear discordia. En el pueblo tenemos una profesora que es de los otros, y una medio gerente del pueblo que es Chavista. Los odios que se muestran de la chavista con respecto a la adversaria son enfermizos, llegando a querer despedirla. El que la política llegue a tal extremo de provocar en alguien querer el mal a tu vecino, solo por que no vota al mismo partido que uno, o por qué piensa de forma distinta, es algo que debería sorprendernos, pero que los políticos consiguen con sorprendente facilidad no solo en América, sino también en Europa.

Uno de los puntos curiosos, es mostrar las tácticas del partido en el gobierno, con acciones que ellos ven normales como comprar votos, hacer regalos a particulares fieles al partido como un motor para una barca, el querer echar a un profesor por no ser del partido, o el llevar alimentos y medicinas a la gente para que vote por ellos, o como dice una de las protagonistas, para que al menos no voten al contrario. Y es que ese el peligro de la corrupción, que una vez instalada se vuelve normal, se mete en las venas de los que la practican sin que ellos sean conscientes de que están haciendo algo mal. 

Algo que nos resulta familiar, y que aparece en este fantástico documental, es el uso tan a la ligera que hacen de la lucha contra el terrorismo, cuando el partido en el poder se siente amenazado por algo o alguien, se le acusa de terrorista y listo. En el caso de Maduro, lo hizo con los ganadores de las elecciones del 2015 para dar, los que muchos denominaron, un golpe de estado y volver a ponerse él.

Dos elementos que me marcaron fueron el hombre mayor de los pájaros, según la directora en una entrevista reciente que le hicieron, tiene material suficiente para hacer una película solo con este hombre. Esperamos que pueda hacerla ya que la experiencia de escuchar a un poeta en medio de tanta corrupción y miseria, como alimento para el alma. El segundo elemento es destacar el buen ojo de la directora con las imágenes, plasmado en la casa azul donde se puede leer "Chavez" que aparece al principio y al final de la cinta. El contraste del antes y el después de 2 años, las condiciones de esa casa, del pueblo y de las ilusiones de la gente, es algo que golpea fuerte en la mente del espectador.

Esperemos que esta cinta, con la que tanto se puede aprender si se ve con mente abierta, tenga una buena trayectoria, porque si querer pretenderlo, es una película que desborda sabiduría y experiencias que se pueden aplicar en la mayoría de las escenas políticas de muchos países.