Eiman Mirghani: “Hice esta película como una carta de amor a un hogar que estábamos perdiendo”. DOHA FILM FESTIVAL 2025 (DFF)
La chispa de Una Torreta En Llamas surge de un recuerdo imborrable. "Vi una patrulla en llamas en un viaje por Guanajuato, una imagen que nunca olvidé", cuenta Flores Jauregui. Para él, esa visión simboliza "el fracaso profundo del gobierno ante la inseguridad, tan imparable como el fuego". Este núcleo emocional define el corto, que explora dilemas morales en un mundo casi distópico. "Quise mostrar las consecuencias de vivir en un entorno oscuro", dice, pero la bondad de la niña protagonista ilumina un mensaje de esperanza.
Guadalajara, cuna cinematográfica del director, jugó un papel clave en su formación. "Crecí sabiendo que Guillermo del Toro vivía a unas cuadras, alguien que lo logró", recuerda, lo que le mostró que el cine no era un sueño imposible. El Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), donde de niño veía películas, ahora lo recibe como realizador, un hito que describe como "loquísimo". En Huesca, donde su corto es uno de los pocos mexicanos en competencia, Flores Jauregui espera que el público conecte con su carga emocional. "Quiero que vean lo cinematográfico, lo simbólico", afirma, invitando a trascender lo literal.
Una Torreta En Llamas dialoga con Cinco de Junio (2021), otro corto del director sobre la represión estudiantil. Ambas obras exploran el impacto duradero de la violencia. "Los hechos violentos son rápidos, pero sus ecos duran décadas", señala. Lo que las une es "la resiliencia profunda de México", donde la gente persevera en un entorno hostil.
Como editor y postproductor, Flores Jauregui aporta una visión única. "Acepté que nunca apago mi cerebro de editor", bromea, lo que le permite planificar con precisión en el set. Su paso por el Creator’s Lab de Apichatpong Weerasethakul en Yucatán fue transformador. "Fue un salvavidas que me recordó por qué amo el cine", admite, revitalizando su creatividad.
Ahora, Flores Jauregui trabaja en Manuel (o El Vacío), su primer largometraje. "Un corto es un capítulo; una película, el libro entero", reflexiona. Las lecciones de Una Torreta En L Greenlamas sobre planificación guiarán este proyecto sobre encontrar un lugar en el mundo.
Con Una Torreta En Llamas, Flores Jauregui lleva a Huesca un relato mexicano que resuena universalmente, tejiendo confianza y resiliencia. Su talento, anclado en Guadalajara, promete emocionar y dejar huella en el festival.
Es todo un orgullo mi sobrino!!!! Felicidades
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