Falcon Express: el salto más audaz del estudio TAT
Presentada oficialmente el 25 de junio en su ciudad natal, Toulouse —y no en París, como suele ser la norma en la industria cinematográfica francesa—, Falcon Express se perfila como una de las películas de animación más singulares del año. Esta nueva producción del estudio TAT fue recibida con ovaciones en el Festival de Cine de Animación de Annecy, donde el público no solo aplaudió al final, sino incluso durante la proyección.
Los directores Benoît Daffis y Jean-Christian Tassy, junto con el productor Jean-François Tosti, compartieron con entusiasmo la evolución del estudio y la emoción de presentar esta cinta por primera vez ante un público infantil.
“Es el sexto largometraje del estudio en 8 años. Aunque queríamos producir uno por año, nos sentimos orgullosos del ritmo alcanzado.”
Una historia familiar… y profundamente crítica
La premisa de Falcon Express es aparentemente sencilla: unas mascotas atrapadas en un tren a toda velocidad deben frustrar los planes de Hans, un tejón sediento de venganza. Aunque el choque parece inevitable, cuentan con la ayuda de Falcon, un mapache astuto y lleno de recursos, dispuesto a todo para salvarlos.
Pero pronto queda claro que se trata solo de una excusa para desplegar una mordaz crítica social. Uno de los blancos principales son los medios de comunicación, retratados como cazadores de contenido viral que manipulan emociones o banalizan tragedias con tal de obtener clics. Este mensaje, que podría sonar panfletario en otras manos, aquí se expresa con un humor filoso, sensibilidad narrativa y una mirada adulta que no excluye al público infantil.
“Creo que es nuestra película más familiar. Todos los niños en la sala van a disfrutar... sus padres también, hermanos mayores, abuelos.”
“Van a ver una película con un color bastante local... con un personaje de pato típico de Toulouse.”
Una dupla creativa que debuta como directora
Ambos realizadores debutan con este largometraje, aunque su vínculo con el estudio TAT viene de tiempo atrás. Uno desde el montaje y el otro desde la dirección artística.
“Yo estaba más bien en un puesto de montador... monté todos los largometrajes anteriores de TAT.”
“Yo vengo del dibujo... trabajé en la concepción de los personajes, la dirección artística.”
“Es la primera vez que dirigimos un largometraje.”
Este cambio de roles les permitió volcar su experiencia previa en un proyecto ambicioso, manteniendo el espíritu colaborativo del estudio.
Un filme que respeta al público infantil
En Annecy, Falcon Express tuvo su gran presentación ante una audiencia compuesta mayormente por niños, algo que los directores celebraron con emoción.
“Hicimos una producción que fue muy bien, pero era para un público adulto. Esta vez hay niños y estamos súper contentos.”
La película brilla especialmente por su guion —escrito por David Alaux, Eric Tosti y Jean-François Tosti—, cargado de juegos de palabras, dobles sentidos y referencias culturales que funcionan en múltiples niveles. Hay escenas que oscilan entre lo hilarante y lo conmovedor: como el caso de Ana Conda (nombre artístico de “Ana la serpiente”) o una secuencia visual que rinde homenaje a Karate Kid, con ratones entrenando al atardecer.
Pero también hay momentos de una madurez emocional poco común en el cine animado, como el de un roedor deprimido por la pérdida de su pareja. Una representación honesta del duelo, sin subestimar al espectador infantil.
Una recepción apoteósica en Annecy
“Estábamos en la gran sala del festival... 940 espectadores. Fue una recepción más que positiva.”
“La gente se rió mucho, aplaudieron sin parar... fue realmente reconfortante y motivador.”
Ese entusiasmo impulsó al equipo a terminar con energía los últimos días de trabajo en la película. La proyección fue también una muestra de cómo una película animada puede emocionar y hacer reír a públicos de todas las edades.
Técnicamente modesta, narrativamente poderosa
Aunque algunas limitaciones técnicas se perciben —especialmente en los personajes humanos secundarios—, Falcon Express no lo resiente. Como ya ocurrió con Flow, la prioridad del estudio no es el hiperrealismo visual, sino la fuerza del relato. Esta cinta demuestra que una película de animación no necesita parecerse a Pixar o Disney para conmover y hacer reír.
Desde cobayas hippies embarazadas que reflexionan sobre la muerte, hasta sátiras sobre el postureo mediático, Falcon Express ofrece una montaña rusa emocional que evita el sentimentalismo fácil.
“Si les encantó, hay que gritarlo a los cuatro vientos. Si no les gustó... ¡no digan nada!”
“Para eso sirven las avant-premières: contamos con ustedes para que sean los portavoces de la película.”
Una nueva cima para el estudio TAT
Con estreno en Francia programado para el 2 de julio, Falcon Express ya ha dejado claro que marca un nuevo nivel en la evolución del estudio TAT. Supera incluso a sus trabajos anteriores, como Pil o Patti y la furia de Poseidón, consolidando a sus creadores como una de las voces más agudas e innovadoras de la animación europea.
En definitiva, Falcon Express no solo es una bocanada de aire fresco, sino una prueba de que el cine animado aún puede sorprender, emocionar y hacernos pensar... todo mientras reímos sin parar.
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