Diarios de Otsoga. Sevilla 2021
Los directores lusos Maureen Fazendeiro y Miguel Gomes presentan esta cinta a concurso en el festival de cine europeo de Sevilla.
La trama cuenta cómo tres amigos, Crista, Carloto y João (Crista Alfaiate, Carloto Cotta y João Nunes Monteiro) preparan un centro natural para cuidar a mariposas. La cinta nos cuenta el día a día de los tres amigos en una furgoneta, en la piscina, en reuniones con otros compañeros.
La fuerza de esta obra radica en la peculiar imagen que nos propone, con un 35mm que nos hace imaginar la Portugal de los años 80, con una calidad de sonido a la que le falta calidad pero que nos hace meternos en los ambientes de pinares donde los animales haces sus peculiares ruidos de animales. La parsimonia es el centro gravitatorio de esta cinta, donde no parece pasar el tiempo, llegando a los 100 minutos sin que nada alarmantemente sorprendente haya pasado, exceptuando los últimos 10 minutos donde los directores rompen la trama completa de la película.
Diario de 22 días
La cinta está dividida en días, 22 días que son los del diario, revirtiendo el tiempo hasta llegar al día 1, donde nos cuentan el inicio del proyecto de una forma muy actual, y que ya vimos en otras películas como "La peor persona del mundo". La forma de rodar parece también muy similar a la de otras obras como "I comete" donde la diferencia entre documental y ficción no queda muy clara. En el caso de "Diarios de Otsoga" toda ella tiene una idiosincrasia típica de Portugal, alejándose de ciertos aspectos que aparecían en la cinta de Córcega.
Cine portugués
El cine portugués de autor parece estar encontrando su camino, un camino donde los guiones pierden fuerza dejando el protagonismo a una aparente falta de preparación que busca la naturalidad, la oscuridad en las imágenes y la falta de tensión hacen que en vez de una película, el espectador esté contemplando una pintura. Esto lo pudimos experimentar en otras obras portuguesas como "El último baño".
La propuesta es diferente a lo que estamos acostumbrados, cierto público verá con extrañeza esta forma de los directores de hacer cine, donde parece más bien que una cámara ha sido olvidada delante de los protagonistas a los que se les ha dicho que sean ellos mismos. La falta de un guión dinámico, fuerte, con unas líneas claras hacen que la cinta no tenga gran tensión, exceptuando una vez más el final, el cuál llegará a sorprender a todos.
Opinión: 2/5
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