Camila saldrá esta noche. Lesgaicinemad 2021
Cuando una película en el festival de San Sebastián levanta tanto revuelo, como que la gente al final de ella se levante vitoreando, aplaudiendo, creando un desenfreno poco común en el público, hace que la curiosidad por ver la obra crezca de manera exponencial.
Esta cinta era la argentina "Camila saldrá esta noche", de la directora Inés María Barrionuevo. Ahora en el festival de cine LGTB de Madrid "Lesgaicinemad", cuya co-protagonista, Maite Valero que hace de Clara, estuvo en la presentación de la cinta, que fue también la encargada de abrir la edición 26 del festival de cine.
Sutileza al poder
La forma de grabar de la directora es siempre de manera sutil, insinuando sin llegar a mostrar nunca de manera directa. Incluso los diálogos esconden las palabras para obligar al público a ir formándose una historia que más o menos converge en la misma idea que nos expresa la película al final.
Los planos indirectos, donde con 3 secuencias aparentemente inconexas nos cuenta una trama perfectamente, es el caso de la protagonista tras salir de la fiesta, donde durante unos segundos vemos su espalda en medio de la calle, esperando en principio a un bus. Acto seguido la vemos abriendo la nevera y comiendo algo. Con esto la directora nos ha dicho sin decir más que muchos de los exasperantes diálogos de otros directores, donde explican cuál público de párvulos, todo lo que está sucediendo y lo que siente el protagonista. Aquí no, aquí se intenta ocultar la escena principal para prestar atención en el ambiente, como la conversación de la madre con un hombre de la funeraria cuya imagen desenfocada mientras hablan, hace (obliga) a prestar atención a cómo reciben las conversación las hijas que están en otra sala escuchando.
La maestría de la directora llega a crear una vinculación entre los protagonistas y el espectador que se genera con miradas "obvias" que no suelen ocurrir cuando se está escribiendo un guión, un ejemplo es cuando Clara muestra a Camila a pintarse los labios, y le dice que tiene que juntar los labios para extenderse el color, todo esto con la cámara enfocando la nuca de Camila.
La cinta nos cuenta la vida de Camila (Nina Dziembrowskila), una joven que se ve obligada a ir a un colegio religioso en Buenos Aires. Ella está en contra de la religión y es activamente pro-feminista con pañuelos verdes que significan eso en Argentina. El mensaje del feminismo queda claro al final, si bien inicialmente corre una suerte de libertad, donde no queda claro si Camila es lesbiana, hetero, o qué es lo que es. Este es uno de sus puntos fuertes iniciales, el no poner etiquetas, el no arrimarse ni a una ni a otra, dejando un espectro de grises amplio donde la cinta nos muestra las dudas de una adolescente.
Si bien el final es directo, con trazas de heroicidad, rompe quizás conscientemente, con el caldo cocinado anteriormente, donde los ingredientes se mezclaban por igual. El echar a la cocción un ingrediente de forma tan abrupta, consigue dos efectos, el de dejar el mensaje claro y el de despertarnos y pensar que igual acciones "chocantes", o "abruptas" como las del final, son necesarias para despertarnos, para "incomodarnos".
La madre de Camila
La relación de la madre de Camila y su hija es otro de los puntos fuertes, donde una madre quiere que su hija cambie, pero al final es ella misma la que termina cambiando. Esto quiere mostrar que la idea preconcebida de que los padres tienen razón no es siempre cierta, que no por ser joven, la opinión diferente de Camila es errónea. Extrapolado al mensaje final de la cinta: el hecho de que haya ciertas actitudes establecidas, no significan que sean correctas.
Opinión: 3,5/5
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