Crítica Fishgirl (Alucina). PÖFF 2024
Por David Sánchez
El debut cinematográfico de Javier Cutrona, Fishgirl, o Alucina en español, participando en la sección Critics' Picks del festival PÖFF de Tallin, es una obra sorprendente que coloca a Ecuador en el mapa del cine experimental y filosófico. La película, que mezcla una narrativa surrealista con elementos profundamente realistas, presenta a Camila, una joven que vive entre la amnesia y un mundo fantástico lleno de peces gigantes y ejércitos de hormigas. Esta premisa, que podría parecer caótica o demasiado abstracta, encuentra en su ejecución un equilibrio entre la complejidad filosófica y la cotidianidad.
La dualidad como eje central
Desde su estructura hasta su estética, Fishgirl , explora la dualidad del ser humano. Camila, interpretada con pasmosa naturalidad por Jessica Barahona, encarna esa división entre lo real y lo imaginario, entre lo consciente y lo subconsciente. La película plantea preguntas profundas: ¿qué es real cuando la memoria falla? ¿Cómo se construye una identidad cuando el pasado es un vacío?
En este sentido, el uso de elementos aparentemente banales como las cajas de pizza o los grafitis en las calles ecuatorianas contrasta con reflexiones más densas, inspiradas en filósofos como Michel Foucault. Este contraste permite a Cutrona construir una narrativa accesible pero cargada de significado, donde los detalles cotidianos se convierten en símbolos de conflictos internos y colectivos.
Un viaje sensorial y visual
Visualmente, la película es un deleite. La cámara, lejos de buscar la perfección técnica, adopta movimientos inestables que imitan el caos emocional de Camila. Esta decisión estilística, que podría haber resultado molesta, añade una capa de autenticidad, convirtiendo al espectador en un testigo íntimo de su búsqueda. Las calles pintadas de grafitis y las tomas del mar como si hubiera un fallo en la matrix, hacen que el paisaje ecuatoriano no sea solo un escenario, sino extensiones del estado mental de la protagonista.
El color desempeña un papel crucial en la narrativa. El rojo, recurrente en escenas clave, actúa como un símbolo multifacético: sangre, vida, muerte, peligro y pasión. Desde la menstruación de Camila hasta los momentos de violencia, este color guía al espectador a través de los momentos más intensos de la película, recordando que la vida y la muerte son caras de una misma moneda.
La filosofía en lo absurdo
Uno de los mayores aciertos de Fishgirl es su capacidad de integrar filosofía en un contexto surrealista. La interacción entre Camila y su pez gigante, así como sus diálogos con el director del hotel o con la hormiga filósofa, no solo son peculiares, sino también profundamente introspectivas. Estas escenas invitan al espectador a cuestionar la importancia de las pequeñas cosas, de las personas pasajeras y a reflexionar sobre temas como el amor, la memoria y la libertad.
A pesar de esta densidad conceptual, la película nunca se siente pretenciosa. Cutrona logra balancear lo profundo con lo absurdo, haciendo que momentos como comer pizza o buscar a un repartidor desaparecido tengan un peso narrativo y emocional inesperado.
El hecho de que Javier Cutrona haya dirigido, escrito, producido y editado esta película es impresionante. Aunque algunos aspectos, como la inestabilidad de la cámara, podrían interpretarse como fallas técnicas, es evidente que cada decisión responde a una visión artística clara. Este nivel de control creativo se refleja en una cohesión estética y narrativa que es rara en óperas primas.
Comparaciones con la vida real
La lucha de Camila por encontrar sentido en un mundo fragmentado tiene su reflejo en la vida cotidiana de muchos. En un mundo donde la información no es tan constante (inicios años 2000) y las expectativas sociales nos bombardean, la búsqueda de identidad puede sentirse igual de caótica y surrealista que la historia de Fishgirl. Además, la forma en que la película combina la fantasía con una base lógica refleja cómo las personas encuentran escapes en sus propias narrativas, ya sea a través de sueños, imaginación, arte o violencia.
Opinión: 4,2/5
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