La Sixtina, entrevista. MECAL 2023


A Juan Camilo Fonnegra le gusta que le digan Fonti. Este animador de cine originalmente viene de Cali, mostrándonos que Ana Sofía Franco (Chiquifantástica) no está sola en el mundo de la animación caleña. 

“La Sixtina” es la obra que presentó Fonti en el festival de cortometrajes y animación de Mecal, en Barcelona la primera semana de Julio, donde compite con otros 32 trabajos animados. 


¿Puedes hacernos una breve presentación sobre tí?

Fonti: Yo soy Juan Camilo Fonnegra “Fonti”, socio y fundador del estudio “La pájara pinta” que fue nuestro proyecto de animación y diseño con quien ha sido mi socio y compañero en esta ruta Camilo Jiménez “Capiti” desde que estábamos estudiando diseño gráfico en la Universidad Nacional de Colombia.

Soy de Cali Colombia pero ya llevo mucho tiempo radicado en Bogotá, ya que el estudio funciona desde Bogotá.

Después de eso toda mi formación ha sido empírica, he hecho algunos estudios pequeños diplomados o algún par de talleres en relación a la animación, pero sobre todo ha sido la experiencia trabajando con estudios, productoras y diferentes proyectos de todo tipo alrededor de la animación y el stop motion. En particular ha sido mi afición personal, que ahora de alguna manera termina siendo como mi vocación más fuerte y un poco lo que estamos intentando proyectar, consolidar nuestro estudio y un poco el trabajo directamente hacia el stop motion. Un poco entre la animación tradicional, la animación digital, los motion graphics y el diseño, esa ha sido como toda mi pecera.


A propósito del estudio que tenemos se llama “La pájara pinta” donde ofrecemos servicios de diseño y animación, pero sobre todo desarrollo de proyectos de animación y de stop motion, cortometrajes, proyectos para cine y televisión, también  proyectos culturales y pedagógicos. 




¿Tienes algún referente en el mundo del stop motion o la animación? ¿ Y en Colombia?

Digamos que mi gran referente en la animación y un poco el que me enamoró de este cuento del stop motion sobre todo es el maestro Jan Švankmajer, el checo, no solo por la animación en general, es un poco el concepto del artista absoluto. De hecho el corto tiene ahí un guiño a Švankmajer en todo este tratamiento de la comida y la descomposición de la comida y creo que ahora estamos mirando mucho más hacia latinoamérica, encontrando referentes en Latinoamérica. Estamos poniendo el foco en proyectos y en formas de trabajo con ideas increíbles que están desarrollando desde Chile con “Diluvio”, o Hugo Covarrubias con “Bestia” que es increíble, en Brasil con “Coala filmes” que tiene este largometraje de “Bob Cuspe”, en Argentina los estudios “Can can club”, en México todo el grupo de Guadalajara el “Taller del Chucho”. Creo que están pasando un montón de cosas en Latinoamérica y más que mirar para atrás en términos de la historia de la animación y mirar para afuera en términos de lo que se hacía, lo que se hace, obvio en Europa o en Estados Unidos o en otras partes, pero creo que ahora los referentes son mucho más regionales y más locales y eso está buenísimo.

En Colombia está el trabajo de Cecilia Traslaviña. También en este momento mi director de animación favorito es Carlos Gómez Salamanca, que tiene una trilogía de cortometrajes animados brutal.

Creo que ahorita la animación colombiana está cogiendo una forma increíble y saliendo de alguna forma de su estado infantil, aquí han pasado cosas muy bellas en cuanto a la animación pero siento que era una cocción muy lenta que hasta ahora está empezando a hervir. Entonces estamos en construcción, yo creo que sobre todo con los cortometrajes, pues desde mi perspectiva.


Presentas en Barcelona, Biarritz, Buenos Aires…Parece que marcha bien el corto. ¿Te lo esperabas?



No espero que pasen grandes cosas como ganar premios, sí creo que el reconocimiento tiene que ver más con el pequeño impacto que puede tener lo que uno hace en otros, entonces a mí me ha sorprendido mucho más, me regocija mucho más cuando por ahí de repente me llega un mensaje de un desconocido al correo o al Instagram diciéndome que vio el corto en tal lugar y cómo lo conmovió, o le disparó un pensamiento, una idea que realmente lo toca. He recibido comentarios increíbles de gente que no conozco o de personas de los festivales que comparten un poco la sensación que les genera sobre todo el personaje. Eso para mí tiene un valor enorme y por otro lado el poder ir a participar de festivales o espacios de proyección, de compartir con colegas o de conocer y aprender, viajar… creo que eso ha sido súper valioso para mí, en la ruta que ha tenido el corto que afortunadamente ha tenido una vida muy nutrida pues como ha podido andar por muchas partes, presentarse en festivales de cine, festivales de animación, en festivales infantile,s en festivales de cineambiental, en Latinoamérica, Europa, Estados Unidos… Ha sido increíble la ruta que ha tenido, ahí darle todo el valor a “Bogoshorts” que han sido los encargados de un poco abrazar y acoger el proyecto, ponerle las alas inmensas y creer un montón en el proyecto para que pueda tener como toda esta visibilidad en muchas partes. Por ejemplo ahorita estuvo en el festival “Smof” que es de stop motion en Buenos Aires, y allá tuvo una mención y un premio que la verdad tampoco me esperaba. Todo eso también va a ser como una pequeña alegría para compartir con el equipo, con la familia, con todos los que al final le creyeron a esto. Que el proyecto…tenga esa acogida siempre me llena de orgullo pero creo que tiene el potencial para hacerlo.


En la parte técnica ¿cómo fue la grabación: gente implicada, duración del rodaje, lo más complicado, ayudas de organizaciones (quizás Proimages, o coproducción extranjera)?


Efectivamente el proyecto tuvo un estímulo de Proimágenes Colombia del fondo para el desarrollo cinematográfico, lo desarrollamos entre una productora caleña que se llama “Antorcha films” y nuestro estudio de animación “La pájara pinta”. En total habrá sido un equipo de diez personas de base y después un montón de gente que colaboró y metió la mano en el proyecto desde asesorías hasta apoyo en arte.



El productor general es Jhonny Hinestroza Barrios, de la productora “Antorcha films”, Camilo Jiménez “Capiti”,  mi socio y un poco correalizador de todo lo que hacemos. Tuvimos la oportunidad de tener una estudiante francesa que al final se convirtió en nuestra mano derecha para toda la realización del corto Charlotte (Custot) que estuvo un tiempo aquí en Colombia haciendo sus prácticas y justamente coincido con el tiempo de trabajo del corto.En el equipo de arte y sonido Álvaro Morales que hizo un trabajo increíble.

El proyecto se desarrolló en aproximadamente un año, de preproducción habrán sido aproximadamente unos cuatro meses, de rodaje han sido dos meses, hay un intermedio en el que tocó parar el proyecto por la pandemia. En el 2021 se terminó todo el trabajo de posproducción, de sonido…, lo hizo la empresa “2.35” .



Fue un proceso bastante complicado fundamentalmente porque yo siento que aquí de Colombia, este arte del stop motion está en construcción, tuvimos que aprender un montón de cosas en el proceso en términos de herramientas y recursos. Al igual que el personaje, tuvimos que echar mano un poco de la inventiva y pensar formas para resolver asuntos que que de repente con presupuesto c con las herramientas profesionales hubiéramos podido hacer de una manera mucho más holgada, pero hay un nivel de precariedad que no tiene que ver necesariamente con el no tener plata sino con más el tener que descubrir por nosotros mismos formas para resolver con lo que tenemos, entonces también el corto fue hecho en parte con mucho material reciclado que al final también mantiene un poco el espíritu del mismo personaje y el mismo corto.


De alguna manera todas esas dificultades para nosotros es hacer escuela. Yo nunca he hecho un estudio superior, una maestría o algo alrededor de la animación, este corto para mi, fue como un poco la experiencia de llegar a un nivel profesional de un proyecto de animación en stop motion, es el gran valor que tenemos con el corto.


Si quería hacer mención particular del tema porque no solamente “La Sixtina” tuvo presentación el año pasado ahí en el festival (Bogoshorts) sino que también nuestro primer proyecto de corto animado que fue codirigido con mi socio de “La pájara pinta” y que fue nuestro proyecto universitario que tuvo reconocimiento, de hecho ganó mejor corto animado en el festival de cine de Cartagena de Indias, ya hace más de 15 años, pero se presentó en una de las primeras ediciones de lo que fue el festival “In vitro” (después pasó a llamarse Bogoshorts) que era como el único espacio donde podías ver y presentar cortometrajes de todas las especies y que de alguna manera fue como el embrión para lo que puede estar pasando ahora aquí en Colombia en términos de cine de cortometrajes.







¿Cómo se te ocurrió la idea de este personaje, Vincho, y su vida fuera de norma? 


Vincho para mí es de alguna manera la representación de cómo este personaje excluido, apartado de la sociedad que de alguna forma es un disidente y un revolucionario en la medida en que va un poco en contra de la dinámica que propone la ciudad misma, no en este frenetismo de consumo de producción y de afán donde todo termina transformado en basura. (Vincho) tiene el poder de transformar toda esta basura que recibe, en una obra de arte que al final es su propósito, no como dentro de esta idea de un personaje excluido que aparentemente no tiene nada, no tiene un hogar, no tiene nadie y como que no pertenece. Él construye su propio universo, de alguna manera se vale de todo eso que lo desprecia para construir su propia forma de estar y de pertenecer.

La idea del personaje nace de muchas fuentes, la primera imagen viene de un poco lo que vivimos y lo que vemos sobre todo en Latinoamérica, pero es un fenómeno mundial, de personas que no pertenecen y habitantes de calle, aquí en Colombia particularmente en Bogotá, el fenómeno de los habitantes de calle es muy fuerte.  Recuerdo que el primer flechazo que tuve fue a partir de unas imágenes que vi, eran como registros de video de policías persiguiendo y acechando habitantes de calle sin ningún propósito, sin ningún motivo, casi que por divertimento. 

Siempre he tenido de alguna manera una fascinación por estas personas que habitan la calle, entonces empecé a desarrollar esa idea, pensando…cómo habitar en la calle y de alguna manera Vincho es un tipo que habita la calle por voluntad y eso tiene que ver con la decisión de no pertenecer siendo un excluido pero sobre todo de no pertenecer a la dinámica que propone una ciudad.


Ese es como la génesis del personaje y un poco el propósito de él, va alrededor de cómo hace su arte y la belleza, entonces este este tipo es capaz de coger todo eso que la ciudad desprecia y para él en cambio es material de inspiración, de alguna forma de creación para la idea de la Sixtina.

Sintetizando (el corto) tenía que ver un poco con la idea de Vincho como un dios creador de de un universo, la representación un poco de la imagen del Adán, tenía que ver con esta forma de acercarse al mundo que es completamente diferente, el contacto con el hombre lo hace a través de la basura transformada en en esta pintura. Es un poco como la manifestación de cómo lo sublime en su vida, en este gran templo que es un caño debajo de un puente, debajo de la basura, debajo de la ciudad, que él transforma en este espacio sublime y divino, como en su propia catedral.


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