Joel Edgerton sobre Train Dreams: un viaje emocional desde la paternidad hasta la cámara. Golden Globes 2026
Joel Edgerton ha sido aclamado por su interpretación en Train Dreams, y no es difícil entender por qué. Nominado a los Golden Globes y Critics Choice, el actor australiano se sumerge en un personaje que combina silenciosa fuerza, sensibilidad y la vulnerabilidad de quien ha vivido la pérdida.
“Leí la novela antes de convertirme en padre y ya me sentía conectado con el personaje”, recuerda Edgerton. “Pero cuando volví a leerla con mis gemelos en casa, fue diferente. Sentí la historia en un nivel más profundo. La tragedia del personaje resonaba con mis propios miedos”.
La preparación emocional: vivir el miedo y la pérdida
Para interpretar a Robert, Edgerton no tuvo que imaginar demasiado. “Tengo gemelos, y quienes tienen hijos prematuros saben que siempre hay miedo”, comenta. “En el set, no necesitaba forzar nada. Bastaba con recordar esos momentos y la conciencia de lo que es realmente valioso en la vida”.
El actor admite que el mayor desafío fue enfrentarse a sus propios miedos y trasladarlos a la pantalla: “Mi mayor miedo está ahora envuelto en mis hijos, y el desafío era poner mi cerebro en ese espacio emocional”.
Observador y silencioso: la actuación desde la mirada
Robert es un personaje que habla poco, pero comunica mucho. Edgerton reflexiona sobre la importancia del lenguaje no verbal: “Gran parte de la actuación consiste en transmitir cosas con la física del personaje, no con palabras”. Esta aproximación exigió una conexión profunda con la vida familiar y los sentimientos personales.
El actor también reconoce la influencia de experiencias previas: “En Loving, interpreté a alguien silencioso, con mucho pensamiento interno y poco modo de expresarlo. Esa experiencia me ayudó a abordar a Robert”.
La colaboración con Clint Bentley y Adolfo Veloso
La visión de Clint Bentley y la fotografía de Adolfo Veloso fueron esenciales para lograr el tono íntimo de la película. “Clint busca siempre un nivel de humanidad profunda, no solo contar la historia, sino capturar la sencillez de la vida y las relaciones”, dice Edgerton.
Sobre Adolfo Veloso, director de fotografía brasileño, comenta: “Tiene un instinto increíble. Muchas escenas se improvisaban, y él simplemente seguía a los personajes o incluso a los animales. Gran parte de la película fue rodada solo con luz natural y velas. Es uno de los mejores directores de fotografía jóvenes que he visto”.
Un rol que trasciende la pantalla
Para Edgerton, este proyecto también fue una oportunidad para crecer como productor ejecutivo. “Mi papel era ser una mano útil: apoyar al director, colaborar en casting y decisiones del equipo”, explica. “Se trata de ayudar a crear un entorno donde la película pueda brillar”.
El actor siente que esta película le permitió explorar un lado más humano de sí mismo: “Siempre me he considerado un estudiante de la actuación. Cada proyecto me enseña algo nuevo, y en Train Dreams aprendí a confiar en mis emociones y en la historia, más que en el control absoluto”.
La lección final
Joel Edgerton ha encontrado en Train Dreams un espejo de la vida: pérdida, amor, paternidad y vulnerabilidad. Como él mismo lo resume: “Si me integraba profundamente al personaje, la cámara captaría la verdad”. Y esa verdad, silenciosa y poderosa, es lo que convierte la película en una experiencia inolvidable.

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