En este caso, el descubrimiento de las drag Queen hace que el protagonista y director francés, Florent Gouelou,
cambie de parecer con respecto a lo que pensaba que le gustaba.
Esta cinta francesa se adentra en el mundo de las drag Queen.
Nos presenta este mundo, tanto la parte exterior que se ve en público, como la parte interior, esa parte íntima de su vida detrás de la parte expuesta.
Para ello, un joven Baptista (Florent Gouelou), externo a este mundo, encarna a los ojos del público.
Gracias al encuentro con una de las drag Queen, descubre su mundo personal, se sumerge en conversaciones con otras drag Queens, sus dudas, sus problemas, su opinión sobre la vida, etc.
El silencio como recurso cinematográfico
La película tiene una temática interesante, aunque la realización tiene algunos huecos, como es el exceso de silencios, que pretenden hacer las escenas más intensas, como durante la colocación del neón en la galería de arte. También notamos en uso de conversaciones falsamente naturales dentro de la casa, en la que el protagonista hace ver que se siente incómodo cuando descubren una peluca y unos guantes de drag Queen.
Una película que está en la sección de la "semana intencional de la crítica" de Venecia, lo cual no nos sorprende, ya que le faltaría ese empujón, a veces imposible de calificar, para poder estar en otras secciones, quizás con más renombre, como es "orizzonti" o la "sección oficial", pero un buen inicio para este joven realizador francés.
Opinión 3/5
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